Sí, sí, estoy viva. Lo primero de todo quería disculparme por haber estado tan ausente en el blog, pero he estado de exámenes, torneos, y las lecturas que tenía no me enganchaban y me sumieron en una gran crisis lectora. Y hoy vengo a hablaros de eso, de las crisis lectoras. Todos hemos tenido alguna: No te apetece tocar un libro ni con un palo, y cuando empiezas a leer te aburres como nunca... te suena, ¿verdad? Pues hoy vengo a contaros algunos consejos para superar uno de estos baches, bien vengan de hace días, semanas, o meses (mi caso).
1- Lo primero de todo es: ¿estás leyendo algún libro o no? Si lo estás leyendo, y no te está gustando nada, lo mejor es dejarlo de lado. Sé perfectamente lo que es ser tozudo y querer terminarlo (porque es lo que he hecho yo 3 veces seguidas), pero al final solo vas a conseguir empeorar el tema.
Marca por dónde vas y ya lo retomarás y acabarás, pero no continúes.
2- Descansa unos días, una semana, o un mes si lo ves necesario, pero es mejor dejar de leer un tiempo para cogerlo más tarde con más ganas que nunca.
3- ¿Ya has descansado? ¿Tienes más ganas que nunca de volver a la lectura? Pues bien, ahora escoge un libro que quieras leer. A mí me ayuda mucho ir a la librería, y comprar uno que llevas queriendo desde hace mucho. Un libro de vez en cuando no hace daño a nadie, además, si es nuevo vas a tener aún más ganas de leer. Si no tienes ahorros para un libro nuevo, mira a ver si tienes alguno pendiente que te apetezca leer, pídeselo a un amigo, o simplemente ve a la biblioteca, que para eso están.
4- Intenta que la lectura que vayas a escoger sea fresca. No cojas un libro de 600 páginas porque eso probablemente te deprima más. Elige uno finito, rápido de leer, y a ser posible con buenas críticas.
5- Haz un hueco en tu agenda para estar tranquilo y leerlo a gusto. Un batido o chocolate, el sofá para ti solo, y relajarte. Si el libro engancha, seguro que lo agradeces.
Como veis, son cinco sencillos pasos que seguro volverán a re-engancharte a la lectura, pero hablar (o más bien escribir) es muy fácil, y el claro ejemplo soy yo;
1- No abandoné ninguno de los tres libros.
2- Continué leyendo por miedo a no apetecerme si lo dejaba.
3- Quería comprar uno, pero seguí con libros pendientes para ahorrar (cosa que no está mal).
4- Escogí precisamente tres libros que tenían críticas regulares/malas... si es que...
5- Leía entre horas unos cuantos minutos y a seguir con mi día a día, por lo que los libros no llegaban a engancharme.
Así que, una de las conclusiones de esta entrada es que nunca toméis mi ejemplo, y si estáis en una crisis lectora NO PREOCUPARSE, que no se acaba el mundo. Deja de leer lo que veas necesario, abandona tu lectura, y cuando te veas con fuerzas empieza otro libro que sepas que será genial.
¡Y esto ha sido todo! De verdad, mil perdones por mi total ausencia por estos lares, aunque seguro que no me habéis echado de menos... en próximas entradas os espera alguna que otra sorpresilla, secciones nuevas y quién sabe si algo más. Un besazo, muaaaaaaaacks.